martes, 10 de abril de 2018

Paz interior

Pasa otro día. Nunca tú.

Cada puta noche le cuento a mi almohada todas las preocupaciones que se han hecho soga a cada paso de hora. Que se deshaga.

Mi alma grita, rompiéndose a si misma, dejando ojeras por corona y manos vacías, faltas de cariño.

He probado a liberarme, a base de alternativas voy encontrándome, dios, quién diría que el tiempo está en las ganas y no en los suspiros que se me escapan, soltando equipaje.

La mochila está casi lista, sólo necesito dormir sin peso, despertarme completa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario