lunes, 23 de abril de 2018

Sentimental

Respira. Joder, respira. Por tu puto bien.
Necesito respirar. Dejar ir todo lo que mata, todo lo que pesa, todo lo que anhelo, porque sé, desde lo más profundo de mi alma, que nunca vuelve lo que se va. Somos peores que el viento.

Creo que mantendré mis ojos abiertos y cerraré más el corazón. Tengo que dejar de soñar despierta, y proclamarle al cielo todo lo que siento, tan solo soy un grito al vacío.

Y ojalá, por una santa vez, alguien tenga la osadía de enamorarse de mí. Que luche, joder, que lo haga como si no hubiera un mañana. No tiene ni puta idea de lo que estoy dispuesta a hacer por amor.

Tengo miedo, sí, pero soy sentimental.

https://youtu.be/hmlQOKVMOmk

Tu espalda

Me gustaría que me acariciaras el pelo, como si todos mis miedos, de cara al aire, dejasen de doler.

Ojalá mis brazos estuvieran hechos para ti, y nunca dejaras de abrazarme, recomponiéndome pieza por pieza, hasta que fuese solo un mal sueño que ha despertado entre sudores.

Eres hogar en la niebla, haciendo que busque tu mano como una loca, queriendo atarme a todos tus defectos, y hacerte entender que no hay belleza sin impurezas.

Me siento tan jodidamente desolada sin ti, que cada poro de mi piel grita pidiendo auxilio, en mitad de una multitud donde todos pretenden ser, y no existen.

Y solo espero ver tu espalda, que te gires y me busques, como si me sintieras a tu lado, como si quisieras quedarte conmigo.

https://youtu.be/bVUqR1Ugu_4

sábado, 21 de abril de 2018

L.I.L.O

Leíste mi alma,
iceberg indomable,
liberando mis miedos,
ondeaste tu sonrisa.


 


Lamenté hacerte daño,
 idiota de mí,
llegaste a oscuras,
oculta en tu ternura.



Los días eran eternos, fríos y desolados. Crecí con nudos que se enamoraron entre ellos, pero no de mí. Luchaba contra el pasado, me ahogaba en un "Y si..." sin respuesta, y no dejaba de buscar recuerdos que cada vez se hundían más en mis entrañas.

Estaba cansada de los putos cuentos de hadas, del afán por convertir la vida en un mix de películas románticas. Tenía mi propio diario, no necesitaba abrazos bajo la lluvia. Entonces llegaste tú.

Soportaste una tormenta que no cesaba, una burbuja donde sólo entraba el aire justo para seguir adelante con el peso de la insuficiencia. Aguantaste. Sólo sonreías, sin dejar de creer que había algo bueno dentro de todas las canciones tristes. Esperaste. Sin darte cuenta que, contra todo pronóstico, yo no estaba segura ni de mi misma.

Me besaste, te besé. Supe dónde dormir. No quise nada más.

Huí. Cuánto me arrepiento. Aprendí tarde a nunca, pero duele. Sigue doliendo. Es buscar un millón de razones y encontrar el corazón. Te echo de menos.

Entendí el brillo de mis ojos al mirarte, pensar en tu risa como el próximo hit del verano. Eres calma. No quiero volver a perderte.

Y ahora soy yo quién he llegado, soportando, aguantando, esperando. Quiero besarte. Quiero abrazarte. Quiero dormirte en mí.

Todos mis poemas tienen por tinta tu recuerdo.


martes, 10 de abril de 2018

Grietas


Ahora entiendo porqué todos se van. Es demasiado tarde para disculparse, y llegar a entender, de una puta vez, que no se debe volver a lo que corta. Hay heridas que nunca sanan.


La sociedad nos ha encauzado en un camino donde la persona más jodidamente tóxica es quien destila amor eterno, mientras que el sentimentalismo y las buenas intenciones son rosas infestadas de espinas.


Ojalá tener segundas oportunidades, y poder ver desde los ojos del prójimo que, por más errores que se cometan, hay abrazos que los limpian. Nacemos sin prejuicios..


Necesito correr lejos, tan lejos que mis piernas no sepan el camino de vuelta, y que mi mente olvide, o al menos lo intente, todo lo que pesa en mi conciencia.


Puedo quedarme callada, seguir adelante, pero hay grietas en mí donde el silencio no sabe si encajar o dejarme ir.

Paz interior

Pasa otro día. Nunca tú.

Cada puta noche le cuento a mi almohada todas las preocupaciones que se han hecho soga a cada paso de hora. Que se deshaga.

Mi alma grita, rompiéndose a si misma, dejando ojeras por corona y manos vacías, faltas de cariño.

He probado a liberarme, a base de alternativas voy encontrándome, dios, quién diría que el tiempo está en las ganas y no en los suspiros que se me escapan, soltando equipaje.

La mochila está casi lista, sólo necesito dormir sin peso, despertarme completa.