Mis penas me susurran que se mueren por ahogarse en el alcohol. Es como si todo el universo se hiciese calada, y no hubiese boca que la dejase huir.
Son unas putas. Un día me lloran y al siguiente se acuestan en brazos de un affaire que sirvió para sacar el clavo que el coraje se clavó. Estoy cansada.
Y ojalá, entre los escombros de mi pasado , floreciesen la de veces que le soñé llorando, y le anhelé en unos ojos que no se arriesgan a apostar por mí.
No necesito tiempo si el amor me llama a gritos. Saltaré por la ventana.
Por favor, que sus ganas impidan el impacto contra un corazón a pecho descubierto.
Sálvame.